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Se trata de uno de los cánceres de mayor prevalencia y mortalidad en las mujeres chilenas y del mundo, cuya causa principal es el Virus Papiloma Humano. La buena noticia es que existe una vacuna y pruebas de detección que logran evitarlo o tratarlo exitosamente.

Con el propósito de concientizar, educar y entregar información relevante sobre esta enfermedad, cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención de Cáncer de Cuello Uterino.

Este tipo de cáncer se produce en las células de esta zona, que es la parte inferior del útero que se conecta a la vagina. Es considerado como una patología infecciosa, ya que casi la totalidad de los casos están asociados a la infección por Virus Papiloma Humano (VPH), que se transmite por contacto sexual.

Cuando el sistema inmune del cuerpo humano se expone al VPH, generalmente se defiende y evita el daño. Sin embargo, en algunas personas el virus logra sobrevivir durante años antes de invadir los tejidos cercanos, pudiendo causar lesiones precancerosas que luego se transforman en cáncer.

Este plazo de tiempo entrega la oportunidad de pesquisar posibles alteraciones y tratarlas en forma temprana, con altas probabilidades de cura.

Cómo prevenir el cáncer de cuello uterino

Existen 2 maneras efectivas para evitarlo: la prevención primaria y la secundaria. La primera consiste en la vacunación contra algunos de los tipos de VPH más agresivos, disminuyendo el riesgo de desarrollar este cáncer en un 70%.

Desde 2014, la vacuna es parte del Programa Nacional de Inmunización para niñas y niños de 4° y 5° básico, etapa en que es más efectiva; aunque también está disponible en vacunatorios privados para mujeres y hombres de otras edades.

El enfoque de la prevención secundaria está puesto en la detección y tratamiento de las lesiones precancerosas, los que pueden evitar la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino:

• Papanicolau (PAP): La recomendación médica es que todas las mujeres, entre 24 y 64 años de edad, lo realicen con una periodicidad mínima de 3 años. Principalmente, sirve para detectar las lesiones precancerosas o el cáncer ya declarado.

• Test VPH: Esta prueba es más sensible que el PAP y funciona como complemento. Es útil para identificar a mujeres portadoras de VPH con alto riesgo de desarrollar cáncer. Se aconseja a partir de los 30 años.