Clínica Biobío conmemoró la Semana Mundial de la Lactancia Materna
La Unidad de Neonatología y Maternidad buscó la forma de promover y apoyar la lactancia materna, informando a las colaboradoras de la clínica, pacientes y a la comunidad, sobre sus múltiples beneficios.
Celebrada en más de 170 países, la Semana Mundial de la Lactancia Materna tiene como objetivo fomentar esta práctica y mejorar la salud de los recién nacidos de todo el mundo. El lema de este año fue “Impulsemos la lactancia materna: educando y apoyando“, es por eso que Clínica Biobío quiso aportar a esta iniciativa, creando espacios para la información y promoción del tema, los que estuvieron al alcance tanto de las pacientes como de las propias colaboradoras.
Una de estas instancias fue el mural informativo que estaba en la sala de espera de Unidad de Neonatología y Maternidad, el que mostraba en detalle diferentes técnicas de estimulación manual de la glándula mamaria y la capacidad gástrica que van desarrollando los lactantes durante el primer mes de vida.
Cabe destacar, que la leche materna es el mejor alimento y es fundamental para el recién nacido, ya que constituye una fuente de alimentación e hidratación segura, nutritiva y accesible, en especial, para aumentar sus defensas y potenciar su desarrollo. Así lo indica Carolina Flores, Coordinadora de Neonatología y Maternidad de la Clínica Biobío, quien señala: “No solo aumenta las defensas, sino que también mejora su inmunidad y permite crear un vínculo entre la madre y el lactante, lo que si llega a ser efectivo, a largo plazo ayuda a la estimulación de una buena crianza y comunicación entre los pares. Tiene muchos beneficios”.
Además, la matrona afirma que contiene todas las vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas de fácil digestión que el menor necesita, proporcionando factores que ayudan al crecimiento, creación de anticuerpos, aumento del coeficiente intelectual, entre otros.
La producción de leche depende de cada madre, pero también varía de acuerdo al tamaño del lactante. “Al principio salen unas gotitas que se llaman calostro y no son más de 5 ml, ya que la capacidad gástrica del recién nacido es como el de una cerecita. Luego, entre los 2 y 10 días de vida se produce la bajada de leche, una leche más madura que lo alimenta. En estos días la capacidad gástrica también aumenta, llegando a los 150 ml al mes de vida”, informa.
Finalmente, la profesional destaca: “Clínica Biobío fomentamos el apego, el contacto piel a piel o técnica canguro y la lactancia en las primeras horas de vida. “Nuestro objetivo es que todo el proceso fluya”.
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