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Aunque aún es desconocida para muchos, la terapia del dolor busca aliviar y controlar síntomas físicos que inciden en la vida diaria, y en las relaciones sociales y afectivas de las personas. 

Esta rama interdisciplinaria de la medicina, tiene como finalidad mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico (a largo plazo) derivado de alguna lesión o patología. Su manejo adecuado es llevado por distintos especialistas, entre ellos, fisiatras, kinesiólogos, neurólogos, traumatólogos y anestesiólogos. 

El Dr. Germán Acuña, anestesiólogo de Clínica Biobío, desde el tratamiento intervencionista del dolor, en el que se inyectan analgésicos locales, corticoides o botox, indica: “Hay muchos tratamientos como la destrucción de nervios a través del congelamiento o del calor. Sin embargo, este no se quita solo con agujas y remedios, sino también con conversaciones y terapias específicas. Es por esto que, junto a la Dra. Paula Retamal y la Dra. Natalia Montero, estamos creando una Unidad del Dolor multidisciplinaria en la clínica, porque queremos que los pacientes puedan tener la confianza de que su vida puede mejorar”. 

¿Qué es el dolor crónico? 

Es una afección médica grave que acompaña a diversas enfermedades y que repercute en la calidad de vida de las personas, debido a que, más allá de la propia sintomatología física, puede derivar en otros problemas psicológicos, sociales y conductuales.  

El Dr. Acuña explica que un dolor que dura un periodo superior a 3 o 6 meses se considera crónico y “que a diferencia de uno agudo, que instintivamente provoca correr, saltar o gritar y genera fenómenos bioquímicos como el incremento de distintas hormonas en la sangre o fisiológicos (aumento de la frecuencia cardiaca o de la presión arterial), y  piloerección (pelos de punta); este es más prolongado, genera insomnio, depresión e irritabilidad, lo que afecta tremendamente en la vida social y afectiva de los pacientes”. 

“El dolor debe ser tratado en forma adecuada e individual porque los enfermos no lo pasan mal solo con su dolor, sino también porque afecta, por ejemplo, en cómo una madre atiende a sus hijos, cómo un abuelo toma en brazos o regalonea a sus nietos, cómo las personas pueden estudiar o trabajar largas horas, o en cómo las parejas pueden encontrarse sexualmente”, agrega el profesional.  
 
Algunas de las causas más frecuentes:  
 
- Artrosis de columna, lumbar, cervical, tórax, rodilla, cadera y hombro 
- Fibromialgia 
- Neuropatías periférica dolorosa, diabética, post herpética y síndromes neuropáticos postquirúrgicos 
- Migraña crónica 
- Tendinitis 
- Posoperatorios: cirugías de mama, tórax, columna, amputaciones, entre otros