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Los accidentes cerebrovasculares constituyen una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Por ello, su diagnóstico y tratamiento oportuno es fundamental.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, cada año cerca de 15 millones de personas sufren ataques cerebro vasculares (ACV) en el a nivel global. De ellos, aproximadamente un tercio fallece, quedando otro tercio con alguna discapacidad permanente.

En nuestro país, en tanto, el Ministerio de Salud da cuenta de que los ACV constituyen la primera causa de muerte, y que también es una causa importante de carga de enfermedad, sobre todo en personas mayores de 60 años.

¿Qué es un accidente cerebrovascular?

Se trata de una lesión en el cerebro, ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea. Esta puede deberse a una arteria obstruida (ictus isquémico), situación que ocurre en el 85% de los casos, o por la ruptura de un vaso sanguíneo, que provoca que la sangre se derrame en el tejido cerebral o en los alrededores (ictus hemorrágico). En ambos casos, la suspensión de flujo sanguíneo impide que el cerebro reciba el oxígeno y nutrientes que necesita, lo que ocasiona daño cerebral en minutos.

Si bien no es posible prevenirlos en su totalidad, llevar un estilo de vida saludable, que considere una alimentación balanceada, la práctica regular de ejercicio, no fumar y limitar el consumo de alcohol u otras drogas disminuye las posibilidades de desarrollarlo. Asimismo, deben mantenerse controlados los factores de riesgo como la presión arterial y las enfermedades crónicas de base.

Principales síntomas

Para minimizar los daños, resulta fundamental reconocer a tiempo los síntomas de un ACV, los que incluyen entumecimiento o debilidad repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo; confusión y dificultad para hablar o entender lo que se dice; problemas súbitos de visión; dolor de cabeza severo y repentino; dificultad para caminar, mareos, o pérdida del equilibrio y de la coordinación.

¿Qué hacer en caso de ACV?

Si sospechas de que tú u otra persona está teniendo un accidente cerebrovascular, debes actuar de inmediato. Como primera medida, puedes implementar el test FAST (por su sigla en inglés) para reconocer la existencia de este cuadro:

-Intenta sonreír. ¿Un lado de tu cara está caído?

-Levanta ambos brazos. ¿Puedes levantar solo uno?

-Intenta hablar. ¿Tiene dificultad para hablar o entender?

Si la respuesta es afirmativa a uno o todos estos síntomas, debes llamar de inmediato a un servicio de urgencia o pedir a algún familiar que te lleve. En este cuadro, cada minuto cuenta, y puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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