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Cada vez son más los hombres que optan por esta cirugía, debido a su efectividad, cercana al 100%; los mínimos riesgos que conlleva y la rápida recuperación que involucra.

Dentro de los métodos de planificación familiar, en los últimos años ha alcanzado protagonismo la vasectomía, esterilización quirúrgica masculina de carácter ambulatorio, que consiste en cortar los conductos deferentes, encargados de llevar los espermatozoides desde los testículos hacia el exterior.

Con ello, explica el Dr. Gianfranco Innocenti, urólogo de Clínica Biobío, se consigue interrumpir el flujo de espermios hacia el semen, evitando así la concepción. “Se trata de un procedimiento quirúrgico simple, que solo involucra una pequeña incisión a nivel de la piel y que se puede realizar con anestesia local. Es prácticamente indoloro, con un bajo riesgo de complicaciones y altamente eficaz para controlar la natalidad”, detalla el médico.

Además, la cirugía es breve -pues no suele durar más de 10 a 20 minutos- y, tras ella, el paciente puede regresar a su casa. Incluso, si su trabajo no conlleva esfuerzo físico, puede volver a su vida laboral ese mismo día, o al siguiente. “En cuanto a la actividad sexual, puede reanudarla apenas se sienta seguro, lo que generalmente ocurre a la semana”.

Derribando mitos

El urólogo afirma que en el último tiempo ha aumentado exponencialmente la cantidad de hombres que optan por esta cirugía, impulsados por un mayor conocimiento de esta técnica que, si bien es antigua, hasta hace unos años estaba rodeada de muchos mitos, los que se han ido derribando.

En este sentido, enfatiza, es completamente falso que la vasectomía produzca una baja de la líbido, que haya una disminución de la testosterona, que el semen varíe en cantidad o color, o que haya dificultad para tener erecciones. “Esta cirugía se hace a nivel de los conductos deferentes. Los testículos no se tocan, por lo que permanecen intactas todas sus funciones”, aclara.

Lo único que cambia es que ya no habría espermatozoides presentes en el semen, hito que sería comprobado aproximadamente a los tres meses de la cirugía con un espermiograma, examen que ratificará su inexistencia. “Hasta entonces, el paciente y su pareja deben cuidarse con otro método anticonceptivo”, advierte el especialista.

El Dr. Innocenti comenta que existe una cirugía para revertir la vasectomía, la vasovasostomía. Sin embargo, se trataría de un procedimiento más complejo y costoso y, además, con un porcentaje de éxito variable. “La vasectomía debe ser vista como una opción definitiva. Es altamente efectiva, conlleva mínimos riesgos, no interfiere en la función sexual ni tampoco genera ningún problema a largo plazo, por lo que es altamente recomendable para los hombres que estén seguros de que ya no quieren tener más hijos”. 

En Clínica Biobío también puedes acceder a esta cirugía mediante Bono PAD, que contempla un copago fijo y conocido antes de la intervención. Si eres beneficiario de Fonasa escríbenos a presupuestos@clinicabiobio.cl