Cataratas: Un diagnóstico con exitosa solución
Las cataratas son la principal causa de ceguera a nivel mundial en personas mayores de 40 años. Una patología que hoy encuentra una efectiva solución gracias al equipamiento de última tecnología y a profesionales de Clínica Biobío altamente especializados en el área.
Para entender de qué se trata esta enfermedad que aumenta su prevalencia en pacientes mayores de 40 años, primero se debe comprender el funcionamiento del sistema óptico. “El objetivo de este es tomar una imagen desde el medio ambiente que pasa a través de lentes naturales, cornea y cristalino, y se proyecta en la retina generando una imagen nítida para nuestro cerebro”, explica Álvaro Bobadilla, médico oftalmólogo de Clínica Biobío.
“Cuando uno de estos lentes que está al interior del ojo, el cristalino, se vuelve opaco y no deja entrar la luz, se le llama cataratas”. Según el tipo de catarata, esta puede provocar disminución en la agudeza visual o trastornos en la calidad de la visión.
“Las cataratas en los adultos suelen estar asociadas al envejecimiento y tienen un desarrollo lento y sin dolor, con una gradual pérdida de visión. Los problemas visuales, antes de manifestarse totalmente, pueden ser precedidos por una dificultad para ver de noche, halos alrededor de las luces o encandilamiento al mirar las luces, disminución en tono y brillo de los colores. Finalmente, por una agudeza visual disminuida incluso durante el día”, explica el profesional.
La incidencia de cataratas aumenta después de los 60 años. La mayoría de las personas en esta edad desarrolla cataratas en ambos ojos, en general progresando en forma asimétrica.
Otros de los factores que pueden contribuir con el desarrollo de cataratas secundarias son la diabetes, el uso prolongado de corticosteroides y otros trastornos inflamatorios y metabólicos, además de traumas, exposición a radiación y exposición excesiva a la luz ultravioleta (luz solar), tabaquismo. En muchos casos, su causa es desconocida o de tipo degenerativa.
Su grado de prevalencia es inferior a un 10% antes de los 64 años.; entre 18 a 29% entre los 65 y 74 años, y de 60 a 67% a los 85 años y más. En el caso de los niños, se estima que entre un 12 a 20% es la causa de ceguera infantil. Se le asocia a causas hereditarias en un 20%, 30% infecciosa-metabólica y 50% causa desconocida.
El oftalmólogo mediante el examen clínico, que incluye, historia, medición de la agudeza visual, refracción, biomicroscopía, fondo de ojo y toma de la presión intraocular, puede realizar la confirmación diagnóstica y descartar que la mala visión no se debe a otras causas.
“La única solución para abordar esta patología es la intervención quirúrgica. Esta consiste en realizar una pequeña incisión en el ojo, y mediante un sistema de ultrasonido, se extrae la catarata y se coloca un lente intraocular que permite suplir la función del cristalino”, explica el Dr. Álvaro Bobadilla.
Está cirugía presenta un desarrollo tecnológico alto, siendo una de las intervenciones más costo-efectivas y de alto impacto en la calidad de vida de las personas, con un 80 a 95% de éxito terapéutico. En Clínica Biobío contamos con equipos de última tecnología para lograr dichos objetivos, además de un staff de médicos calificados en el manejo de esta patología.
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