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Se trata de una situación que afecta a un gran número de personas en el mundo, disminuyendo notoriamente su calidad de vida. Pero no te preocupes, existen variadas alternativas de tratamiento y medidas para aliviar sus molestos síntomas.

Llegó la primavera y, con ella, las alergias respiratorias, generalmente causadas por condiciones ambientales. En Chile, se estima que un 30% de la población tiene una o más alergias, siendo las más comunes aquellas provocadas por los diferentes tipos de pólenes.

“El peak de polinización puede ser en septiembre pero también durante el resto de la primavera e incluso en verano, dependiendo de la localización geográfica y de la especie que lo origine: árboles, pastos y/o malezas. Por ejemplo, en Concepción, estamos con problemas hasta marzo”, comenta la Dra. Tamara Pérez, inmunóloga de Clínica Biobío.

La polinización genera miles de granos de polen que quedan suspendidos en el aire, como diminutas partículas que entran en contacto con el cuerpo a través de los ojos, la nariz o la boca, desde donde llegan hasta la mucosa respiratoria, gatillando una reacción alérgica.

Una alergia es la respuesta exagerada del sistema inmune frente a un agente externo, conocido como alérgeno, que puede ser inofensivo para la mayoría de las personas, pero no para las que son alérgicas, las que desarrollan síntomas como congestión nasal, picazón en ojos y nariz, estornudos, tos crónica y ahogos o sensación de pecho apretado en algunos pacientes asmáticos. 

Si bien no existe una cura definitiva para esta patología, la Dra. Pérez dice que es posible controlar las molestias. “Siempre, lo primero es tratar de evitar el agente desencadenante y luego recurrir a los medicamentos”.

Respecto al tratamiento farmacológico, se pueden tomar antihistamínicos. Estos actúan bloqueando el efecto de la histamina, que es la sustancia química que se libera en el cuerpo durante las reacciones alérgicas y la responsable de los síntomas. La inmunóloga aclara que los de última generación hacen efecto rápidamente, aliviando las molestias en 1 hora. Además, pueden utilizarse por períodos muy prolongados, ya que no tienen corticoides.

“También contamos con otras terapias de uso local o sistémico, dependiendo de cada paciente e indicada por el médico tratante, como los inhaladores nasales, la inmunoterapia o vacunas para alergia”, explica la profesional.

Otras medidas de prevención que resultan efectivas para evitar las reacciones alérgicas son:

• Utilizar mascarilla y anteojos de sol al aire libre: Una mascarilla de buena calidad, como la N95, puede hacer una gran diferencia, ya que filtra hasta el 95% de las partículas aéreas. Con los anteojos se evita el contacto de los alérgenos con la mucosa ocular.

• Ventilar la casa por tiempos acotados: Hacerlo muy temprano en la mañana o tarde en la noche, para así impedir el ingreso de corrientes de aire que acarrean pólenes.

• Ducharse al llegar a la casa: Sirve para eliminar el polen que puede haber quedado en el cuerpo tras circular al exterior, lo que podría provocar molestias durante la noche.

• Secar la ropa al interior: Así no queda impregnada de pólenes. 

• Evitar hacer deporte al aire libre: Sobre todo en periodo de síntomas.

• Identificar los elementos que gatillan las molestias: Para así tratar de evitar el contacto o exposición a ellos.

La recomendación es consultar siempre con un especialista para que pueda indicar un tratamiento personalizado para cada paciente, de manera que los síntomas no se manifiesten o sean lo más leves posibles.