Diznarda Castro: “La cirugía me cambió la vida”
La calidad de los implantes disponibles en el mercado y profesionales de excelencia garantizan que más del 90% de los pacientes que son sometidos a una cirugía de cadera en Clínica Biobío obtenga buenos resultados.
Varios años soportó Diznarda Castro (70) un permanente dolor en la cadera derecha, el que aumentaba progresivamente, afectando su calidad de vida e impidiéndole tener el nivel de actividad al que estaba habituada. “Tuve que empezar a usar bastón porque cojeaba. Me costaba sentarme, caminar, pero lo peor era el dolor, que cada vez era más fuerte”, recuerda.
En el CESFAM de su comuna le informaron que tenía una artrosis severa de cadera y que el tratamiento recomendado era quirúrgico. Por su edad, le correspondía la resolución a través del GES, lo que le garantizaba acceder a cirugía dentro de un plazo máximo de ocho meses. Como pasado ese tiempo aún no había sido intervenida, Diznarda pudo optar a un segundo prestador que, en este caso, fue Clínica Biobío.
“Para Diznarda la cirugía era la única solución, ya que su artrosis le estaba causando mucho dolor y limitación funcional, pues al haberse gastado el cartílago articular la movilidad de su cadera estaba muy reducida y cualquier movimiento le generaba dolor”, explica el Dr. Rodrigo Rivera, traumatólogo con subespecialidad en Cirugía Reconstructiva de Cadera de Clínica Biobío.
De esta forma, en marzo, fue sometida a una artroplastia total de cadera, cirugía en la cual se le reemplazó la cabeza femoral y el acetábulo por una cadera artificial con componentes metálicos y de cerámica. “Si bien se trata de una cirugía compleja, más del 90% de los pacientes obtiene de buenos a excelentes resultados, logrando recuperar la movilidad y la funcionalidad, además de eliminar el dolor”.
Añade que en Clínica Biobío tienen acceso a los mejores implantes disponibles en el mercado, lo que implica mayor seguridad para los pacientes, en cuanto a prevención y manejo de complicaciones. Además, su equipo de Cirugía de Cadera está integrado por reconocidos especialistas, como el Dr. Samuel Parra y el Dr. Carlos Chandía. “Son cirujanos muy respetados, que participan activamente en congresos, y que tienen muchos años de experiencia en esta materia, por lo que he podido aprender mucho trabajando con ellos. Además, son profesionales muy humanos, que también destacan por su trato al paciente”.
Así lo confirma Diznarda. “Me sentí muy bien atendida, todos eran muy amables, y el Dr. Rivera es un médico excelente. Cuando supe que debía operarme, me asusté, pero él me tranquilizó y dejó que le preguntara todo lo que quisiera, y eso me dio confianza. Después de la operación, siempre estuvo atento, preocupado… Lo hemos recomendado mucho porque de verdad que es un muy buen médico y una excelente persona”.
Al día siguiente de la cirugía, Diznarda ya pudo levantarse, y al tercer día le dieron el alta. Hoy, a menos de tres meses de la intervención, se encuentra en su casa haciendo una vida casi normal. “Estoy feliz de haberme operado porque la cirugía me cambió la vida, permitiéndome vivir sin dolor. Me estoy cuidando todavía, y aún uso bastón, pero solo para salir. También sigo con terapia kinésica, pero poco a poco estoy retomando la normalidad”, finaliza la paciente.
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