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El infarto de miocardio es la principal causa de muerte en nuestro país. Roberto tuvo uno sin saberlo, ya que lo confundió con un problema menor, pero luego de varios exámenes y ser evaluado por un  cardiólogo, se enteró de que había tenido un infarto leve, por lo que el especialista le indicó una intervención en su arteria coronaria.  

Roberto Aguilera tiene 58 años, es de Villarrica y trabaja en la ferretería familiar que comenzaron sus abuelos hace más de 80 años, una de las más antiguas de la ciudad. Le gusta pasar tiempo al aire libre y cultivar la huerta que tiene en su casa.  

Hace unos meses comenzó a sentir fuertes malestares estomacales, que lo llevaron a realizarse exámenes preventivos. “Me dio un dolor de estómago mientras estaba trabajando en la huerta familiar y decidí recurrir al médico, pero nunca pensé que sería algo tan malo”, señala el emprendedor. 

Primero consultó con un médico general, quien le solicitó realizarse algunos exámenes preventivos, entre ellos un electrocardiograma, el que arrojó que había un problema. Asustado, decidió ir al cardiólogo, quien le indicó hacerse una coronariografía para descartar alguna enfermedad más grave, la que también resultó alterada.  

Tras el diagnóstico, Roberto comenta: “Se me cayó el mundito en pedazos, porque no me había dado cuenta de la gravedad del asunto. Yo pensaba que estaba mal tomado el examen, pero nunca pensé que me había dado una especie de infarto ”.  

En Clínica Biobío, el paciente fue atendido por uno de nuestros especialistas en enfermedades coronarias y cardiopatías, quien le realizó una angioplastía antroluminal, procedimiento mínimamente invasivo que se realiza para restaurar el flujo sanguíneo de la arteria coronaria hacia el músculo cardiaco. 

Uno de los casos en que se lleva a cabo esta operación es en personas que tuvieron un ataque cardíaco, ya que se puede abrir la arteria obstruida y así reducir el daño en el corazón. 

Actualmente, Roberto continúa trabajando en su ferretería y en el huerto familiar, volviendo poco a poco a realizar actividades que impliquen más fuerza, pero controlando cada cierto tiempo que no haya ninguna complicación. “Muchas gracias a todo el personal por su atención. y preocupación. Trabajaban en conjunto y eso se nota, todos se apoyan, desde el médico hasta el personal de servicio. El equipo humano que hay en Clínica Biobío es excelente. Se coordinaban a la perfección y todo cuadraba como estaba programado”, finaliza.