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El desafío de ser mamá en pandemia

La espera de un hijo genera sentimientos de ilusión y alegría en muchas mujeres, aunque también hay momentos de incertidumbre y temores. Más aún en tiempos de coronavirus. En Clínica Biobío estamos preparados para que vivas tu embarazo y parto de manera segura y tranquila.

Hasta el momento no hay evidencia que demuestre la transmisión de COVID-19 desde la mamá embarazada hacia su hijo en gestación. Esto no quiere decir que se deba bajar la guardia frente a los contagios. Muy por el contrario. Si bien tampoco hay estudios que prueben una mayor gravedad de la enfermedad en mujeres embarazadas, su estado sí puede ser considerado un factor de riesgo.

“El virus podría ser más agresivo o presentarse de forma más severa en personas con un estado pro inflamatorio, es decir, con su sistema inmunológico en alerta y vulnerable. Y el embarazo se podría considerar como tal”, explica el Dr. Fernando Valenzuela, jefe de Neonatología de la clínica.

Además, los peligros están relacionados con las consecuencias de desarrollar una enfermedad grave por coronavirus, casos en los que habitualmente la paciente va a requerir ventilación mecánica y sedación. “Frente a eso, el riesgo para el feto se produce por los efectos de los medicamentos, dosis altas de fármacos, sedantes, paralizantes musculares, entre otros, que pudieran traspasar a través de la placenta y producir complicaciones”, dice el neonatólogo.

Es por esto que desde que se detectaron los primeros casos de COVID-19 en Chile, Clínica Biobío ha implementado las siguientes medidas de prevención:

En Maternidad:

• Visitas restringidas.
• La paciente embarazada puede estar acompañada por su pareja solo durante el parto o cesárea y mientras realicen el apego.
• Toma de PCR a todas las embarazadas y, en casos de urgencia como trabajos de parto que no alcanzan a tener el resultado del examen, el manejo por parte del personal de salud se hace como si fueran pacientes con coronavirus.
• Uso de equipo de protección personal completo: mascarilla N95, escudo facial, gorro, cubre calzado, pechera, entre otros.

“Tenemos áreas especiales en Maternidad, totalmente alejadas de pacientes hospitalizados por otros motivos. Y, en general, todas las recepciones de partos y cesáreas son realizadas por el equipo de neonatólogos residentes de la clínica. Así evitamos la entrada de personas externas que pudieran estar expuestas a contactos directos con alguien contagiado”, cuenta el Dr. Valenzuela.

En Neonatología:

• Todo el equipo utiliza ropa de pabellón, mascarilla y escudo facial para circular dentro de la clínica.
• Si el recién nacido necesita hospitalización, se permite la visita de mamá o papá pero en forma restringida: una hora al día y de acuerdo a un calendario de coordinación con otros padres para que no coincidan.
• Al ingreso se les hace una encuesta para conocer su estado de salud y saber si han tenido alguna conducta de riesgo.
• También se les entregan todos los implementos de protección como pechera, mascarilla, escudo facial, guantes, gorro, cubre calzado, entre otros, y se controla la temperatura.
• Mientras estén con su hija o hijo pueden atenderlo, darles la leche y, en los recién nacidos que están más estables, pueden hacer “canguro”, es decir, que los tomen en brazos y estén con ellos en contacto piel a piel.

“Tratamos de mantener el contacto físico y el apego de los papás con sus hijos en la medida que esta pandemia lo permite. Implementamos todas las medidas de seguridad que están probadas que son efectivas, las hemos ido tomando a tiempo y afortunadamente no hemos tenido brotes ni casos en la clínica”, afirma el especialista.